viernes, 23 de noviembre de 2012

La liturgia trivializada

Para la entrada de esta semana, nos ha tocado extraer las ideas principales del texto de Vicente Verdú, publicado en el diario "El país" el día 16 de noviembre de 2012.



En el texto, Vicente Verdú realiza una crítica a que cada vez más, se están perdiendo los valores que desde siempre se han mantenido y se han conservado los ideales, y las tradiciones. Todo esto lo ejemplifica con la pérdida de seriedad en el deporte, en este caso el fútbol ya que para él, esto se comenzó a evidenciar cuando los árbitros dejaron de vestir de negro y se está comenzando a perder el respeto por la lucha que supone el propio partido de fútbol. Además critica también a los equipos que movidos por razones puramente económicas, dejan de vestir los colores de su lugar de procedencia y los cambian por logotipos publicitarios.
Por otra parte, también evidencia la pérdida de seriedad y respeto en la Iglesia, ya que dice que ya no se respetan sus decisiones y las opiniones eclesiásticas se están desprestigiando.
Por último, también expresa su desconformidad con las reacciones que provocan las sentencias judiciales, sea cual sea el órgano judicial que las dictamine, ya que ahora, las decisiones, sean de quien sean, se cuestionan y eso antes era impensable.
Por todo esto, para mí, la idea principal que expone este texto es que la sociedad cada vez se mueve más por intereses económicos; hasta llegar al punto expuesto en el texto de prácticamente olvidarse del lugar de dónde venimos con tal de beneficiarnos económicamente.
Y a partir de este concepto, parten las ideas secundarias, las cuales radican en que al desprestigiar valores importantes por el dinero, también se pierde el respeto y la tradición, y de aquí parte la idea de que se ha perdido el respeto a un tema nacional como es el fútbol en España, la religión y la justicia, la cual cada vez se somete más al juicio popular y a la opinión de cada uno. Esto no debe de ser necesariamente algo malo, si se posee una mentalidad anticuada y conservadora como la de V.Verdú, se puede llegar a entender que estos conceptos no los entienda, pero que las cosas se cuestionen, siempre y cuando sea con respeto y un mínimo de consciencia sobre lo que se está hablando, no es malo, es síntoma de que la sociedad poco a poco va teniendo más criterio y va participando en asuntos en los que hasta hace tan solo un par de años, era impensable que el hombre de a pie pudiese ni siquiera opinar en privado.

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