lunes, 5 de noviembre de 2012

Mi patinaje.

En esta sesión, la actividad que se nos ha pedido ha sido tan simple como escribir una redacción acerca de lo que hemos sentido y experimentado patinando estos días, así que ahí va:

En esta primera evaluación de la asignatura de educación física, estamos practicando patinaje, en mi caso no había patinado nunca, pero aún así, hemos decidido hacer hockey patines.


Como he dicho hasta hace menos de un mes nunca me había calzado unos patines, de hecho, de no haber sido por la asignatura no me los habría comprado nunca. Pero una vez nos dijeron que nos los teníamos que comprar, me los compré y comencé a practicar por mi cuenta, sin idea alguna y con el corral de casa de mi abuela como pista.  Era muy frustrante ver como tan solo, a duras penas, me conseguía mantener en pie. Por no hablar del suplicio que suponía para mí  ir de un sitio a otro, pegado a la pared en todo momento, pero con más miedo que otra cosa, llegué al instituto dispuesto no solo a patinar sino a jugar a hockey con los patines.


La primera semana, la dedicamos a practicar un poco los movimientos, giros, acelerar, ir para atrás, etc. Si soy sincero, he de decir que no me gustaba en absoluto y no me lo pasaba muy bien que dijésemos, pero la idea era aprender poco a poco, con paciencia, algo que me falta. En estas sesiones, lo peor era la impotencia de ver que no me mantenía ni en pie y a esto se unía el que algunos compañeros patinan con cierto nivel.
A la semana siguiente, el lunes, lo pasé mal ya que salimos a la alameda y yo, yendo a mi paso, atrás del pelotón y con mi poco equilibrio, al pasar el puente de la alameda pensaba que me iba al suelo, por no hablar de las veces que pillaba una piedra entre las ruedas...
En cuanto al hecho de patinar, esto es todo. Ahora, centrándome en el hockey, la historia tampoco cambia mucho ya que los primeros días, era incapaz de concebir que sin apenas poder mantenerme de pie, pudiese jugar con un stick y estar también pendiente de la bola.
Conforme han transcurrido las sesiones, las caídas mientras trataba de golpear la bola han ido cesando, aunque por nostalgia, sigo cayendo alguna que otra vez.


El último miércoles que jugamos (31 de octubre), jugué algo mejor que de costumbre, al menos no estorbé mucho en mi equipo y mis movimientos no fueron tan torpes, pero al margen de que lo hiciese mejor o peor, yo me quedo con mis sensaciones y es que me sentí a gusto y disfruté jugando, y eso ya vale todas las caídas que he sufrido.  Gracias a haber disfrutado y a habérmelo pasado bien, hoy es el primer día en cosa de 2 ó 3 semanas que realmente tengo ganas de venir a clase de educación física, espero que hoy al margen de que juegue mejor, peor, que ganemos, que perdamos.... espero disfrutar jugando y pasármelo bien, que es lo fundamental para aprender.

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